El árbol de navidad es siempre una elección que puede dirimirse en función de si queremos ahorrar dinero y que nos dure muchos años, por lo que compraremos uno artificial o si por el contrario deseamos que cada navidad sea especial, particular y tradicional, en este caso optaremos por un árbol verdadero.
De este modo si elegimos un árbol artificial hay que decir que será cuestión de que sepamos en que espacio de la casa lo colocaremos para poder elegir su tamaño ya que podemos encontrarlos de todo tipo.
En el caso de los arboles naturales es evidente que su elección sea quizás más complicada. Lo primero sobretodo decididir el sitio donde irá ya que no sólo hemos de contar la altura sino que hay que tener en cuenta su diametro dependiendo de las ramas y la longitud de éstas.
Además tendremos en cuenta que mejor comprar un árbol joven que seguramente aguante mucho mejor la calor dentro de la casa, sobretodo hay que colocarlo en un lugar fresco.
Una vez en la tienda o el vivero, levanta el árbol del suelo y déjalo caer otra vez para comprobar que esté fresco. Si está seco y pierde muchas hojas, elige otro. Otra forma de comprobar esto es asiendo una rama con la mano y tirando hacia la punta. No deberían caer hojas al hacerlo. Además las hojas deben estar brillantes, verdes y flexibles. Las ramas nos las pueden recortar si vemos que son demasiado largas.
Una vez en casa, mete el arbol en una maceta. Para prepara la maceta, pon primero unas piedras en el fondo (para el drenaje) y luego una capa de tierra o abono (en el vivero pueden aconsejar sobre el mejor tipo) Mete el tronco del arbol y añade más tierra hasta que esté lleno. Riega la tierra y coloca la maceta sobre un platillo en el lugar elegido. Sobretodo has de regarlo y cuidar que no se seque y una vez acabada la navidad como no busca un punto donde pueda recogerse por las personas que se dedican a replantarlos.
Fuente: http://decoracioninteriores.net/
Wednesday, December 1, 2010
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment